Aspecto de la zona de Totalán (Málaga) donde durante trece días más de 300 personas han estado colaborando en los trabajos de rescate de Julen. | Efe

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Un informe realizado por el Seprona de la Guardia Civil, depositado en los juzgados de Málaga, concluye que la finca del pozo al que cayó Julen era una zona de obras, en la que no estaban las medidas de seguridad pertinentes habilitadas.

El Seprona concluye en este documento, entregado a la autoridad judicial, que las medidas de seguridad en la zona para evitar accidentes eran «nulas», tal y como ha publicado Sur. El informe se centra en el pozo de sondeo realizado en la parcela del Cerro de la Corona y en la obras a su alrededor.

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Sobre el terreno, se inició una «inspección técnica» de la parcela. Tal y como detalla este medio, se comprobó que había una serie de obras, que consistía en una explanada de forma rectangular, con unos 35 metros de largo, que tiene en su lado más ancho unos 17 metros de longitud. La superficie de construcción rondaba los 500 metros cuadrados.

Según las pesquisas, las tierras procedentes del rebaje se usaron para hacer la explanada y el sobrante se tiró al olivar que está bajo la misma. La inspección descubrió una zanja que acababa en el pozo donde falleció el pequeño Julen.

Para todas las obras que se habían realizado, según el instituto armado, no había licencia. Y, en consecuencia, el Seprona consideraría responsables de las infracciones urbanísticas detectadas tanto al promotor, que es el dueño de la parcela, como al contratista.