La joven que conducía el vehículo en el que falleció el copiloto ha sido condenada a dos años de cárcel. | Guillermo Esteban

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La conductora ebria que causó el accidente de tráfico en la calle Manacor en el que falleció el joven que iba de copiloto en el coche ha sido condenada a dos años de cárcel.

La joven, que carece de antecedentes, no ingresará en prisión si no comete ningún delito en tres años. No podrá conducir durante los próximos cuatro años, lo ha estado haciendo desde que ocurrió el accidente. El abogado de la acusada, Jaime Campaner, ha llegado a un acuerdo con la letrada de la acusación particular y con la fiscal, que acusaba a la chica, de 27 años, de un delito de homicidio imprudente y otro de conducción temeraria.

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El siniestro en cuestión se produjo el 17 de noviembre de 2017. La joven conducía un Seat Ibiza rojo de su padre, por la calle Manacor de Palma, cuando tuvo lugar el accidente. El turismo salió despedido y chocó contra una palmera. La conductora había salido del vehículo cuando llegaron las primeras dotaciones de bomberos, ambulancias, Policía Local y Policía Nacional, y su estado no era grave. Cuadruplicó la tasa de alcoholemia y también dio positivo en cannabis y opiáceos, según el escrito de acusación de la Fiscalía.

El copiloto, Marc Morata, de 26 años, se encontraba grave y murió tres días después a consecuencia de las graves heridas que sufrió en el accidente.