La muerte de un ciudadano nigeriano desató una oleada de violencia en el barrio palmesano. | Alejandro Sepúlveda

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Pocos en Son Gotleu han olvidado lo que ocurrió en el barrio el 29 de agosto de 2011. La muerte de madrugada de un nigeriano de 32 años que cayó al vacío desde un quinto piso convirtió esta zona de Palma en territorio comanche. Los africanos culparon del trágico suceso a un clan gitano y reclamaron justicia a la policía, a pesar de que todo apuntaba a una muerte accidental. Ese momento de furia por parte de los subsaharianos acabó en graves altercados. Destrozaron decenas de coches, quemaron contenedores y se enfrentaron a pedradas con la policía, que se vio obligada a cargar con material antidisturbios. Cinco personas fueron arrestadas. Una de ellas fue procesado este martes por estos hechos. Casi siete años y medio después.

Un juzgado de Palma condenó a un año de prisión a un ciudadano nigeriano por desorden público, atentado y daños. El hombre, de 46 años, reconoció los hechos y dio el visto bueno a la pena impuesta, a la que se llegó tras una conformidad entre las partes antes de la celebración de la vista. Según el escrito de la Fiscalía, O.O. lanzó piedras y objetos contundentes contra cuatro policías, hiriéndolos de diversa consideración.

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Asimismo también ocasionó desperfectos en un vehículo y en un ciclomotor que se encontraban estacionados en la calle. Por todo ello fue condenado a un año de cárcel y al pago de una multa de dos euros al día durante seis meses. A tres de los cuatro agentes de policía a los que hirió tendrá que indemnizarlos con 175 euros. Al restante, con 350 euros, ya que sufrió lesiones que precisaron diez días de curación. De igual modo deberá abonar la cantidad para cubrir los desperfectos que hizo en los vehículos.

La abogada defensora del procesado solicitó la suspensión de la condena, a la que no se opuso el fiscal. Para evitar la prisión no podrá delinquir en tres años y tendrá que pagar la responsabilidad civil antes de año y medio.