El procesado, este miércoles, en una sala de los juzgados de Vía Alemania, de Palma. | Juan P. Martínez

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Para intentar conseguir su propósito se armó con un cuchillo de 32 centímetros. Escogió a su víctima al azar. Esta iba con su hijo paseando por Palma. La abordó colocándole el utensilio de cocina en la espalda, y tras un intenso forcejeo, logró hacerse con un teléfono móvil. Echó a correr, pero unos transeúntes que circulaban en ese momento lo retuvieron hasta la llegada de la Policía Nacional.

Este miércoles el juzgado de lo Penal número 2 de Palma le condenó a veintiún meses de prisión por un delito de robo con intimidación y uso de instrumento peligroso. El hombre, que se encuentra en prisión preventiva desde entonces, reconoció los hechos y se conformó con la pena.

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Según el relato del ministerio público, el acusado, de origen español, atacó a la mujer, que iba acompañada de su hijo, en la calle Arquebisbe Aspareg de Palma. Los hechos ocurrieron el 27 de octubre del año pasado a las 22.00 horas. El procesado forcejeó esgrimiendo un cuchillo de 32 centímetros. Le dijo que le diera el bolso, pero la fémina se negó. A pesar de los esfuerzos de la víctima, el caco se llevó su móvil.

En ese momento intentó escapar a la carrera, pero su plan se fue al traste. Un vehículo que cruzaba frenó en seco y salió tras el hombre. Entre él y unos transeúntes pudieron retenerle hasta la llegada de la policía, que detuvo al individuo. La Fiscalía solicitaba para el acusado, defendido por Luis Morey, tres años y seis meses de cárcel, pero finalmente rebajó la condena hasta el año y nueve meses. Tuvo en cuenta el atenuante de toxifrenia.

Está previsto que su defensa solicite en los próximos días la suspensión de la pena con la condición de que se inscriba en un centro de desintoxicación.