Los mineros desplazados a Totalán, preparados para el rescate. | Reuters

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El operativo técnico de rescate de Julen, el pequeño de dos años que cayó hace nueve días en un pozo de más de 100 metros de profundidad en Totalán (Málaga), sigue «sin descanso» las tareas para reperfilar el túnel vertical paralelo a través del que se pretende rescatar al pequeño «lo antes posible», después de que la pasada madrugada aparecieran irregularidades en las paredes que impidieron continuar con la operación de encamisado de dicha galería.

Así lo han explicado en una comparecencia en Totalán el portavoz del equipo técnico, Ángel García Vidal, y el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, quien ha insistido en que el objetivo y el afán de todos sigue siendo «llegar lo antes posible y de manera delicada a Julen» en una situación que ha definido como «extrema e inédita».

«Seguimos trabajando sin descanso, cada vez sentimos que estamos más cerca de Julen y no duden que seguimos apostando por la solución que se diseñó y que esperemos que dé sus frutos muy pronto», ha manifestado García Vidal, quien ha explicado que sobre las 02.30 horas de la pasada madrugada se comenzó con el encamisado o entubado de la galería vertical, una operación previa y necesaria para que los mineros de Asturias puedan hacer con seguridad una galería horizontal que conecta con el pozo en el que está el pequeño.

Ha apuntado que sobre las 06.15 horas, cuando llevaban introducidos 42 metros de tubería, «aparecieron importantes discontinuidades en las paredes de la galería, unas irregularidades que son completamente habituales en este tipo de perforaciones y con estos materiales», ha dicho el ingeniero.

Esto impidió que «la operación de encamisado pudiera continuar tal y como se estaba realizando, por eso la solución que se adoptó fue volver a reperforar y reperfilar las paredes de la galería vertical», ha apuntado.

Así, ha señalado que estas tareas de reperfilado «son habituales en este tipo de trabajo, pero como el tiempo es un factor clave en la operación de rescate se decidió que inmediatamente después de la primera perforación se introdujera el encamisado para perder el menor tiempo posible».

Por eso ahora, ha explicado, se está realizando la eliminación de esas discontinuidades con la maquinaria que realizó la primera perforación y a continuación se introducirá el encamisado de 42 metros que fue retirado, para terminar luego los 18 metros que quedan hasta los 60 metros que tiene el túnel paralelo, «más 12 metros suplementarios que son necesarios para la actuación del equipo de rescate» minero.

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Esos metros se han dispuestos, ha señalado el ingeniero, «para la seguridad y para hacer un relleno posterior de tierra, elevar la plataforma y evitar así algún desprendimiento que pueda causar alguna que otra desgracia que no deseamos».

Presión

Gómez de Celis ha asegurado que los profesionales que están trabajando en estas tareas lo hacen «bajo una presión suficientemente dura», por lo que ha pedido «no añadir más», sino que «todos pensáramos en darles paz y tranquilidad y sobre todo que puedan estar bien concentrados».

Ha señalado que se trata de una situación «extrema, porque se ha producido en un ámbito bastante inaccesible», recordando que se han tenido que hacer incluso caminos para poder acceder; y también «por las circunstancia del lugar en el que Julen cayó por accidente, un pozo de unas dimensiones similares a la Giralda de Sevilla».

Una situación extrema también «por la urgencia de intentar llegar a él lo antes posible y de la manera más delicada, sin generarle ningún daño añadido al que haya podido soportar en la caída», ha asegurado el delegado del Gobierno en Andalucía.

«En los trabajos realizados por parte de todas las administraciones y por el equipo técnico y humano siempre se ha tenido la idea en la cabeza de llegar lo antes posible a Julen en una situación extrema y con la delicadeza suficiente como para no dañar más al pequeño de lo que se haya podido dañar ya con la caída», ha insistido.

Ha señalado que la magnitud de trabajo es «impresionante», ya que se han movido 40.000 toneladas de material, apuntando que «en cualquier circunstancia normal estas tareas tardarían meses y no solo eso, sino con unos trabajos previos relacionados con la geología y de disposición del dificultoso terreno». Además, ha dicho que se da la circunstancia de que «es un lugar en el que las vetas no son uniformes», lo que da una «singularidad» en cuanto a la dureza del terreno.

«Está siendo el trabajo de muchos hombres y mujeres que de manera impresionante están 24 horas sin descanso para lograr el afán de todos nosotros, que es llegar a Julen lo antes posible y lo hacen con un equipo excepcional no sólo técnico sino también humano», ha dicho Gómez de Celis, quien ha apuntado que «todo lo que se necesita está aquí en Totalán».