Cinco días después de que el niño Julen cayera en el fondo de un pozo en la localidad malagueña de Totalán, los equipos de rescate continúan los trabajos para terminar la plataforma desde la que acometer la perforación de un túnel vertical que permita acceder al pequeño. | Efe

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La previsión de lluvia para media tarde del sábado en la zona de la localidad malagueña de Totalán, donde se trabaja en la búsqueda del pequeño Julen, no afectará a la ejecución del pozo vertical, aunque sí al movimiento de maquinaria pesada en el exterior.

Así lo ha explicado Agustín Pierén, profesor de Sondeos de la Facultad de Geología de la Universidad Complutense de Madrid, quien ha matizado que el terreno donde se perfora el túnel vertical «está compuesto de filitas, un tipo de pizarra que se altera mucho en superficie y, junto con la lluvia, puede causar desprendimientos y deslizamientos».

«El material es muy débil, incluso el que está a pocos metros de profundidad», ha subrayado; sin embargo, la lluvia «no debería afectar a la perforación en sí después de que el pozo haya sido intubado para evitar aportar más tierra al agujero».

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La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé que para media tarde del sábado el frente que este viernes ha entrado por el noroeste peninsular alcance la zona de Totalán (Málaga) y deje lluvias «débiles o moderadas» hasta la madrugada siguiente.

Rubén del Campo, portavoz de la Aemet, ha explicado que la zona se librará este viernes de las precipitaciones, pero durante el fin de semana habrá lluvias generalizadas en la región, «aunque no serán muy significativas», mientras que la presencia de nubes hará subir las temperaturas por la noche.

Cinco días después de que el niño Julen cayera en el fondo del pozo de Totalán, los equipos de rescate continúan los trabajos para terminar la plataforma desde la que acometer la perforación del túnel vertical que permita acceder al pequeño y esta misma mañana se ha incorporado nueva maquinaria pesada.

Agustín Pierén ha lamentado que no se comenzara el martes a excavar el túnel vertical, «que habría ahorrado mucho tiempo», y se optara por uno horizontal «que sabía que iba a provocar derrumbes que pudiesen poner en riesgo incluso a los equipos de rescate».