Los dos detenidos saliendo, este jueves, de los juzgados. | Guillermo Esteban

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Los tres tipos hambrientos estaban en la mesa 43 de la Casa Gallega, en las Avenidas de Palma, el miércoles a mediodía. Pidieron dos botellas de vino blanco, dos tintos de la casa y un agua de 0,75 cl. De entrantes optaron por una ración de pulpo a la gallega, mejillones al vino blanco y pimientos de padrón. Uno de los comensales, usuarios del centro Ca l’Ardiaca, llevaba melena a lo Maradona, vestía chupa de cuero negra, pantalones de chándal del Mallorca y deportivas Nike. Otro vestía chaqueta azul marino y pantalones anchos de camuflaje.

De plato principal eligieron un chuletón y dos entrecots de buey. El postre fue un sorbete de tiramisú y un chupito y una copa de J&B para digerir el atracón.

A las 14.53 horas pidieron la cuenta: 183,60 euros. Los tres hombres de la mesa 43, indigentes con aspecto desaliñado, se negaron a pagar.

Un camarero avisó a la Policía Local, que acudió enseguida al restaurante. Cuando estaba explicando los hechos, a través de la ventanilla del coche patrulla, el cliente que llevaba la melena como Maradona le propinó un puñetazo en la cara. Un tercer ‘sin techo’ escapó corriendo.

Los policías bajaron del vehículo y el agresor dio un mordisco en el antebrazo a uno de ellos en el forcejeo. El hombre se resistió a su detención tras la llegada de otra patrulla y dislocó el dedo anular de la mano derecha a uno de los policías. Los agentes lograron reducir a los dos indigentes y este jueves fueron conducidos ante el juez de guardia, que los dejó en libertad. Uno de ellos fue asistido por el letrado Miguel Ángel Villalonga.

El tipo con la chupa de cuero se colocó un pendiente en la oreja derecha, salió al patio de los juzgados de Vía Alemania, pidió un mechero a un abogado y se fumó un cigarro mientras esperaba a su compañero. La resaca salió cara.