Hotel donde se produjeron los hechos en febrero del pasado año. | R.S.

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No le sentó nada bien tener que pasar frío en el spa de un hotel de Ciutat. Hasta tal punto llegó su indignación que poco después de formular la queja en recepción, y exigir una compensación económica por las molestias, la emprendió a golpes con todo lo que se encontró en la habitación que había ocupado poco antes.

El juzgado de lo Penal número 4 de Palma condenó este miércoles a un hombre, de origen español y residente en Mallorca, a una multa de seis meses a razón de tres euros diarios y al pago de 1.163 euros en concepto de responsabilidad civil por un delito de daños tras causar destrozos en el dormitorio.

Los hechos se remontan al 8 de febrero del pasado año. El procesado, junto a una chica, se hospedó en el Hotel Armadams pasado el mediodía. Horas después quisieron utilizar el spa del establecimiento, pero el frío que hacía en la instalación truncó sus planes. Ante esto, el hombre acudió a recepción para mostrar su enfado y pedir una compensación económica. El trabajador le instó a que pusiera la reclamación al día siguiente, ya que él no estaba autorizado a realizar ningún pago, o que volviera pasados unos días para hablar con el director.

Y desde ese instante en el que no recibió la respuesta que esperaba y la mañana siguiente en la que abandonó el hotel, la pagó con todo lo que encontró a su paso en la habitación. Destrozó la televisión y causó desperfectos en las paredes, cortinas, cubrecamas, colchas y cabezal de la cama, tal y como se recogió en la denuncia puesta en su día. Todos ellos valorados en más de 1.000 euros. Fue la gobernanta la que descubrió el estado en el que quedó la habitación ocupada por el acusado.

El empleado que escuchó sus quejas el día anterior, se volvió a topar con él la mañana siguiente y el procesado le volvió a insistir en que quería una compensación económica. Según declaró en sede policial el trabajador, en ese momento el cliente se encontraba «alterado y muy agresivo» y tiró las llaves al suelo al abandonar el hotel.

Este miércoles, el procesado, que a día de hoy sigue un programa de desintoxicación en Proyecto Hombre, admitió los hechos y aceptó la pena impuesta por la jueza.