Los bomberos, en el interior de la vivienda incendiada en el Coll. | Bombers de Palma

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Los investigadores creen que la brutal deflagración que destrozó en la noche del viernes un piso de la barriada palmesana del Coll den Rabassa se debió a una fuga de gas. El joven de 27 años que sufrió gravísimas quemaduras en medio cuerpo ha sido evacuado al hospital de Vall d’Hebron, en Barcelona, en estado crítico.

«Fue como una bomba, todo tembló», contó a este diario una de las vecinas, que añadió que en poco tiempo todo el piso quedó envuelto en llamas: «Empezaron a llegar ambulancias y policías y nos gritaban que saliéramos a la calle cuanto antes. Muchos vecinos íbamos en pijama, pero bajamos a toda prisa».

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La Policía Científica se ha hecho cargo de las pesquisas y los agentes visitaron este sábado por la mañana los restos del piso, que voló en pedazos. En un primer momento, el chico quemado contó que estaba recargando un mechero con una botella de gas, pero los investigadores consideran que es imposible que con una carga tan pequeña se produjera una deflagración tan violenta.

De hecho, creen que las puertas y ventanas del ático estaban cerradas, debido a las bajas temperaturas, y se produjo una fuga de gas, quizás en una estufa de butano. Así pues, cuando el joven fue a cargar el mechero se produjo la explosión.

En el ático del número 19 de la calle Francesc Frontera también estaban, en el momento de la explosión, los padres de la víctima. La mujer sufrió quemaduras en el rostro. Las labores de extinción se prolongaron durante varias horas y el joven quemado fue evacuado a Son Espases en estado muy grave. De madrugada, los médicos decidieron evacuarlo en un avión ambulancia del 061 hasta el hospital de Vall d’Hebron, en Barcelona. Dos policías nacionales resultaron intoxicados por inhalación de humo y tuvieron que recibir oxígeno. Ayer, de las veinte viviendas desalojadas 16 pudieron volver a ser ocupadas. Cuatro siguen precintadas.