El acusado Ioan Ciotan, este lunes en el juicio por el crimen de Lucia Patrascu. | Alejandro Sepúlveda

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Tras la selección del jurado, ha arrancado en Palma al filo de las dos del mediodía el juicio contra Ioan Ciotan, acusado de asesinar a su pareja, Lucia Patrascu, en el Port de Pollença en mayo del año 2016. La Fiscalía solicita para el hombre 22 años de prisión.

El acusado, de 60 años, ha declarado en los primeros momentos de la vista: «Nunca pegué ni insulté» a la víctima. Poco después, ha reconocido que aquel día se le «cruzaron los cables, cogí un cuchillo, corrí detrás de ella y le asesté las puñaladas».

Durante su declaración, el hombre ha dicho que se había bebido unas 15 cervezas y varias pastillas de ansiolíticos y valeriana, que le habían recetado hacía unos días. Así, ha señalado que cuando llegó su mujer a casa le preguntó acerca de dónde había pasado toda la noche. Tras responderle que «follando» se le «cruzaron los cables», se fue a la cocina a por «el cuchillo» y tras cogerlo se fue «tras ella» . Después de acuchillarla, bajó a la calle y ahí le dijo a la gente que le detuviera porque había matado a su mujer.

El acusado ha manifestado su derecho de contestar sólo a las preguntas que le formule su defensa. El juicio se ha interrumpido a los pocos minutos de comenzar para hacer una pausa. Se ha retomado pasadas las 16.15 horas con la declaración del hijo.

El joven ha declarado que la discusión de la pareja le despertó. «Vi a mi padre coger del cuello a mi madre y los separé. Pedí a mi madre que se marchara y se fue al balcón. Cuando mi padre fue a la cocina cerré la puerta. Salió con un cuchillo en la mano y no conseguí pararlo. Salí a la calle para pedir ayuda». El joven vio desde el exterior de la vivienda cómo su padre atacaba a Lucía por la espalda. Cuando se cruzó con él, que iba lleno de sangre, le preguntó qué había hecho. «Ella debía morir», contestó.

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Declaración de la hija

A continuación ha declarado la hija de la pareja, que vive en Italia desde 2008. El día del crimen se escribió con su madre por WhatsApp, y poco después se enteró de lo que había pasado. «Tengo la impresión de que mi padre no se arrepiente. Cuando voy a verlo a prisión tengo esa duda», ha admitido ante el jurado.

Según el escrito de acusación del fiscal, el 29 de mayo de 2016 el acusado mantuvo una fuerte discusión con su mujer en el domicilio en el que ambos convivían. El hombre forcejeó con la víctima, a la que agarró del cuello, y la mujer logró zafarse y huyó hacia el balcón de la terraza. El Ministerio Fiscal sostiene que entonces el acusado fue a la cocina, cogió un cuchillo de unos 16 centímetros de hoja y alcanzó a la víctima en el balcón, donde le asestó varias puñaladas en la parte superior del pecho.

La víctima había acudido horas antes a un puesto de la Guardia Civil a denunciar a su pareja.

El Govern balear, a través de la Abogacía de la Comunidad, también está personado en el procedimiento como acusación popular. Pide, como la Fiscalía, 22 años de prisión.