Ángel Galdón, muestra a una de las ovejas atacadas por un perro en el Camí de Son Ametler. | Alejandro Sepúlveda

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«Estoy desesperado. Quiero que la gente vea con sus propios ojos lo que estoy sufriendo. No hay derecho. Una vez más, unos perros entraron en mi finca hace unos días y en esta ocasión me han matado a cinco ovejas, pero llevo más de ochenta en lo llevamos de año. ¿Qué puedo hacer?». Así de claro y rotundo se muestra Ángel Galdón, ganadero y propietario de la finca s’Hort de Sant Pere, en el Pla de Sant Jordi.

«Actualmente estoy trabajando con cerca de un millar de animales, entre ovejas y corderos. Para darles de comer movemos el ganado y el otro día en una finca ubicada en el Camí de Son Ametler, justo en el límite con el término municipal de Marratxí, a un vecino se le escaparon dos perros mestizos y me mataron cinco ovejas. Es un suma y sigue», señala Ángel.

Acuerdos extra judiciales

En muchos casos, los propietarios de los canes para evitar que los ganaderos les interpongan denuncias judiciales prefieren llegar a un acuerdo extra judicial y se hacen cargo del pago de los animales muertos. «La gente que nos dedicamos al ganado sabemos que cuando un perro muerde a un cordero o a una oveja es como si les atacar un demonio. Es decir, ese animal nunca se recupera. En la mayoría de casos pierde su capacidad reproductora, la calidad cárnica y su comportamiento se ve alterado», concluye Ángel Galdón.

Nuestro protagonista solicita públicamente una mayor implicación y cuidado por parte de los dueños de los perros. De hecho, destaca que en algunas ocasiones, algunos perros se han escapado de sus fincas provocando una matanza de ovejas y los propietarios de los canes no se han enterado.