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La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Baleares ha condenado a una entidad bancaria a indemnizar con 201.800 euros más los intereses a distintas empresas de Grupo Cursach por los perjuicios derivados de la venta por parte de productos financieros en 2008, «a precios sobrevalorados», como las participaciones preferentes y las obligaciones subordinadas.

De esta manera, la Audiencia desestima el recurso de apelación planteado por la entidad ante la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 6 de Palma y declara «la nulidad de todas y cada una de las adquisiciones de participaciones preferentes y obligaciones subordinadas».

La Sala asegura que «no existe indicio alguno» de que fuera el grupo propiedad del empresario Bartolomé Cursach el que pidiera que «se invirtieran sus fondos en participaciones preferentes y deuda subordinada». Así, determinan que fue la entidad financiera «la que ofreció dichos productos» a sus compañías (BCM Disco Empire, Titos, Magainver y Palma Magement).

Además, considera que el servicio de asesoramiento a la inversión fue «deficiente» y que, de hecho, se sustituyeron «productos de inversión de menor riesgo por otros claramente más expuestos».

Por su lado, la entidad argumenta que eran personas «con perfil de inversor indiscutible» pero la sala considera que ni los administradores sociales ni apoderados ni el asesor fiscal del grupo disponían de «conocimiento financiero especializado» y más, cuando la entidad, sustituyó los productos tradicionales con menor riesgo por «iniciativa exclusiva» por otros «más expuestos».

En este sentido, la sentencia hace hincapié en que «a pesar de la abultada facturación» de las empresas ninguna se dedica a la «inversión de productos financieros sino que se desenvuelven en el sector turístico y del ocio».

Asimismo, recuerdan que por estos hechos la Comisión Nacional del MeErcado de Valores (CNMV) sancionó a Bankia por infracción muy grave.