La prensa local se ha hecho eco del arresto y de las medidas que ha tomado la Iglesia venezolana. | Twitter

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El cura Iván Merino Padial, detenido el pasado sábado en Maracaibo (Venezuela) acusado de abusar sexualmente de una menor, trabajó en el colegio Santo Tomás de Villanueva de Granada entre los años 2011 y 2015, según ha informado a Efe un portavoz de la Orden de Agustinos Recoletos, a la que pertenece este centro educativo.

Merino Padial, natural de Motril (Granada), ejerció como maestro de Religión y se encargaba además de labores de pastoral, ha indicado el portavoz de la orden, que ha negado -como ya avanzó ayer a través de un comunicado- que existan acusaciones o denuncias similares contra este religioso durante su permanencia en España.

Este religioso recibió la ordenación diaconal en 2008 dentro de su propia congregación, posteriormente fue nombrado sacerdote y se le ofreció la posibilidad de trasladarse a Venezuela en 2015.

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Fuentes del Arzobispado de Granada han aclarado por su parte a Efe que Merino Padial no pertenece a su diócesis y que no ha tenido ni tiene por tanto ningún cargo pastoral en ella.

La orden a la que pertenece el religioso arrestado tiene independencia y autonomía en la toma de decisiones, que únicamente son comunicadas a título informativo y según derecho canónico al arzobispado, han añadido.

Los Agustinos Recoletos, que han reprobado y condenado «absolutamente» la conducta del religioso y han pedido perdón a la víctima, su familia y a toda la sociedad, han decidido la suspensión del ejercicio de su ministerio sacerdotal y han mostrado su compromiso de colaborar con la justicia.

El suceso ocurrió la noche del pasado sábado en el Estado de Zulia, tras avistar una patrulla policial el vehículo del sacerdote, y hallar a Merino y a una menor de 12 años que pertenecía a su feligresía, que «habría manifestado que el hombre abusaba de ella desde hacía tres años», según la Fiscalía venezolana.