El ‘Sorrento’ ardió a pocas millas de sa Dragonera y tuvo que ser remolcado a Sagunto y, desde ahí, terminó en Turquía para su desguace. | Redacción Sucesos

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La primera sentencia sobre el incendio que acabó con la carga del Sorrento descarta una responsabilidad económica por los daños por parte de Trasmediterránea y de Grimaldi, la empresa propietaria de la embarcación. El ferry zarpó el 28 de abril de 2015 y a unas 16 millas de sa Dragonera se inició un incendio en la bodega de carga 4. El fuego se propagó con rapidez y, aunque no causó daños personales, la carga sí quedó destrozada, sobre todo camiones con mercancía y automóviles.

Tras el siniestro se abrieron unas diligencias penales que se archivaron en Valencia. La reclamación de los afectados se dirigió a los juzgados de lo Mercantil de Palma que, en las últimas semanas han celebrado los juicios por sumas millonarias en su conjunto. Los afectados reclaman por el valor de los vehículos y de las cargas. Sin embargo, la primera de las sentencias descarta que les corresponda. Esta demanda, en concreto resuelve la petición de 71.000 euros del dueño de un vehículo con remolque que fue destruido durante el siniestro.

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La sentencia señala que la legislación sobre transporte marítimo limita las indemnizaciones en caso de un incendio a bordo a los casos en los que exista una «culpa grave» por parte de los responsables de la embarcación. Descarta que eso es lo que ocurriera en el Sorrento. La resolución se basa en varios informes periciales y en las conclusiones de la Guardia Civil.

El incendio se inició en un vehículo frigorífico, no por la instalación eléctrica del barco. Si hubiera sido así, razona la sentencia, el propio equipo eléctrico hubiera activado una serie de medidas de seguridad y se hubiera caído. Las instalaciones habían sido revisadas ocho días antes en Valencia. La resolución también avala el comportamiento de la tripulación: «Las maniobras y los rumbos fueron los que permitieron el salvamento del pasaje y de la tripulación, amén de que se trató de mitigar los efectos del fuego y evitó una mayor y más rápida propagación», señala.

Añade que las dos empresas «han demostrado que el incendio en modo alguno se debió a un deficiente mantenimiento del buque o a una falta de capacitación de la tripulación».