Emilio González Fuster, junto a su teléfono en el comedor de su casa. | Julio Bastida

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Emilio González Fuster, vecino de Palma, está sufriendo un auténtico acoso telefónico. La historia de este jubilado que reside en la calle Aragón pone de manifiesto la indefensión ciudadana ante el ataque indiscriminado de las empresas comerciales, muchas de las cuales operan desde el extranjero.

«Desde hace unos 15 días aproximadamente no dejo de recibir llamadas telefónicas a todas horas. Comienzan a las ocho de la mañana y a veces son las diez de la noche y aún siguen llamando. Me están acosando y estoy agobiado. No es normal que me llamen más de 15 veces al día», apunta Emilio.

A pesar de sus intentos por contactar con la compañía telefónica al 1002 y 1003, los servicios de atención al cliente no resolvieron su problemática. «Les llamo explicando el problema y cuando dicen que me van a pasar con el departamento correspondiente me dejan esperando más de media hora y nadie me atiende», señala el jubilado palmesano.

«Llevo más de 37 años con el mismo número de teléfono y no estoy dispuesto a cambiarlo. A estas alturas de mi vida todos mis amigos, conocidos y familiares -tanto de la Isla como de fuera de ella- tienen mi teléfono. Espero que salir en el periódico sirva de algo y estas compañías dejen de molestar», concluye.

Según los expertos, el Spam telefónico son las llamadas a teléfono fijo o móvil con fines comerciales. Se suele realizar sin petición ni autorización previa, además, es característico por la molestia, reiteración e incluso acoso que pueden llegar a causar. Por ese motivo recomiendan darse de alta en la denominada ‘Lista Robinson’. Se trata de un servicio de exclusión publicitaria gestionado por la Federación de Comercio Electrónico y Marketing Directo. Para acogerse a dicho servicio es necesario darse de alta en la página web para obtener una contraseña, de forma gratuita. Una vez confirmada el alta en la ‘Lista Robinson’, el usuario tiene la opción de bloquear todo tipo de comunicaciones o de seleccionar cuáles desea o no desea recibir.

En teoría, toda empresa que realice estas estrategias comerciales debe revisar esta lista para contrastar qué usuarios no desean recibir ninguna clase de publicidad. Otras cosa es que efectivamente lo hagan.