Subirán y Cerdà, durante un registro en el año 2013 en el ‘caso Can Domenge’. | Pere Bota

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El fiscal Miguel Ángel Subirán no despeja todas las sospechas en torno al comisario jubilado Antoni Cerdà, investigado por una supuesta entrega de dinero por parte de ‘El Ico’ para que mediara tras la detención de la otra hija de ‘La Paca’, ‘La Guapi’.

El juez que instruye la causa, Juan Manuel Sobrino, tomó la decisión de llamar a Subirán justo al día siguiente de recibir un escrito del mismo fiscal que proporciona una coartada a Cerdà en sus encuentros con ‘El Ico’.

El comisario jubilado explicó sus contactos con el narcotraficante en una petición del fiscal Anticorrupción para conseguir pruebas para el ‘caso Cursach’. Subirán admitió este viernes ante el juez que investiga el posible soborno que trasmitió al policía su «angustia» personal y profesional por unos mensajes que tenía ‘El Ico’ y que probarían coacciones a testigos. Sin embargo, negó a preguntas del magistrado Sobrino, que le hiciera un «encargo expreso» para que investigara.

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Subirán se ciñó en su declaración al contenido del escrito que registró hace ahora un año en el juzgado que investiga el ‘caso Cursach’. A finales de octubre de 2017 se reunió con Cerdà en una cafetería de la plaza de los patines. Mantenía una relación de amistad con él. A partir de ahí, el comisario jubilado hizo gestiones con ‘El Ico’ y entregó al fiscal un pen drive que provenía del narco. El representante del ministerio público en esta causa, Eduardo Navarro, interrogó a su compañero sobre ese objeto que resultó estar vacío. No se plantearon preguntas a Subirán sobre qué motivó que presentara ese escrito en el juzgado. Lo que sí negó el testigo este viernes fue que, cuando se citaba a ‘El Ico’ en el ‘caso Cursach’ fuera a través del propio Antoni Cerdà, como este sostiene.

La defensa del comisario jubilado ha aportado en el juzgado un listado de llamadas de teléfono del fiscal a Cerdà para acreditar que el representante del ministerio público estaba al tanto de las gestiones que realizaba en torno al clan de Son Banya.

Subirán señaló, a preguntas de la defensa, que fue él quien sacó el tema de los posibles mensajes que tenía ‘El Ico’ en su teléfono. La sospecha que tenía el fiscal es que esos whatsapp acreditarían coacciones de abogados a uno de los testigos clave del ‘caso Cursach’ y quería conseguirlos.