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La falta de ventana en la habitación aceleró el incendio por el que murió un chico de 17 años en el centro de reclusión de menores de Es Pinaret en octubre de 2015, según han declarado este viernes tres peritos en el juicio contra la exdirectora y el exjefe de mantenimiento de la instalación.

Los tres guardias civiles que redactaron un informe pericial sobre las causas del incendio han ratificado en la última jornada de la vista, celebrada esta semana en el juzgado penal 7 de Palma, que la carencia de ventana ayudó a la oxigenación del fuego y avivó las llamas del colchón, que el menor prendió con unas cerillas que tenía escondidas.

En sesiones previas diferentes testigos han explicado que era habitual en verano quitar las ventanas, de aluminio y metacrilato, dado que en ocasiones los internos las rompen y las pueden utilizar para autolesionarise, como había ocurrido en el caso de la víctima del fuego, quien el día de los hechos estaba encerrado por infringir las normas.

Uno de los peritos ha explicado que el colchón que ardió en el cuarto incendiado era de espuma, aparentemente sin revestimiento, y ha asegurado que en su inspección no encontraron ninguna etiqueta identificativa de que fuera ignífugo.

No obstante ha aclarado que no puede estar seguro de que el colchón no fuera ignífugo y que un material «ignifugado» no es inmune al fuego, sino que arde de forma más lenta en caso de que se le aplique una llama.

Los guardias civiles han confirmado que, como recogieron en su informe pericial, el colchón ardió apoyado contra la puerta de la habitación y que generó altas temperaturas y una intensa humareda en el habitáculo.

Han declarado además que el técnico de la empresa responsable del mantenimiento del sistema de detección y alarma de incendios les confirmó que la instalación no funcionaba en todo el módulo Tramuntana desde hacía meses y que había un aviso de ello en una pegatina ubicada en el módulo de extracción de una sala que empleaban los educadores del centro.

Esa pegatina fue retirada después del incendio por el jefe de mantenimiento de Es Pinaret, quien más tarde se la entregó a la Guardia Civil. Con estos testigos han concluido las declaraciones del juicio y las partes han presentado sus informes finales, en los que se ratifican en las solicitudes que plantearon al inicio del la vista: la Fiscalía reclama sendas condenas de dos años de cárcel por homicidio imprudente para la exdirectora del centro y el antiguo jefe de mantenimiento, cuyas defensas piden su libre absolución.