Michael Brown en las oficinas desde las que manejaba sus sociedades en Mallorca. | Alejandro Sepúlveda

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El financiero escocés Michael Brown, que fue condenado en su país a siete años de cárcel por estafa y que vivía a cuerpo de rey en Esporles cuando fue detenido en 2006, será juzgado en Palma por blanqueo. El juzgado de Instrucción 2 de Palma ha abierto juicio oral contra él y contra su mujer después de que la Fiscalía Anticorrupción les haya acusado a ambos de blanqueo de capitales y reclame condenas de cinco años para él y de tres años y medio para ella. Además, se les exige el pago de multas que suman 15 millones de euros.

El ministerio público sostiene que Brown compró bienes en Mallorca con el dinero que obtuvo del fraude millonario que cometió en el Reino Unido y que le reportó beneficios de unos 50 millones de libras (56 millones de euros). Fue condenado a siete años de cárcel en el Reino Unido en 2008 pero se fugó y estuvo cuatro años en el Caribe hasta que fue arrestado en Punta Cana y extraditado. Tras su detención la Fiscalía puso la condena en España. Durante la instrucción de esta causa se envió un requerimiento a las autoridades británicas para interrogarle y se negó a contestar.

Aunque sea improbable que Brown comparezca en el juicio, su mujer sí que permaneció más tiempo en Mallorca. En cualquier caso, la justicia podría actuar contra sus bienes. Michael Brown vivía a todo trapo en Mallorca: dos chalets de lujo, un parque móvil compuesto por un Porche y un Jaguar y un jet privado en Son Sant Joan a su disposición para moverse entre la Isla, las Bahamas y el Reino Unido. Además, había abierto una sede de su negocio en la calle Conqueridor, frente al Palau March. Desde allí, 5th Avenue Parters, su empresa, operaba en Bolsa y alimentaba el fraude.