Un momento de la concentración de este viernes frente a la Delegación del Gobierno en Palma por la sentencia contra Juana Rivas. | Joan Torres

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El ‘caso de Juana’ no es ‘la Manada’. La concentración convocada por organizaciones feministas en Palma a raíz de la condena a cinco años de cárcel a Juana Rivas por sustracción de menores convocó a unas 25 personas, lejos de las protestas masivas por la sentencia por abusos sexuales en Pamplona.

El colectivo mostró su «total rechazo» a la sentencia que, según el manifiesto leído en la protesta acredita que: «Estamos desamparadas por una Justicia patriarcal». Según el comunicado, la resolución notificada este viernes manda un mensaje a las mujeres: «Tenemos que ir con cuidado de no salirnos del procedimiento legal a la hora de proteger a nuestros hijos». El documento incluía una alusión a la nueva delegada del Gobierno en Balears, Rosario Sánchez para que cumpla el pacto de Estado contra la Violencia de Género, una asignatura que dejó pendiente el anterior Ejecutivo, sostienen.

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La protesta, celebrada ante la Delegación del Gobierno, estuvo custodiada por unidades de la UIP de la Policía Nacional, casi uno por cada dos manifestantes.

Elena Herrera, de Feministas en Acción, tildó de «despropósito» la sentencia ya que considera que se ha postergado la denuncia de Juana Rivas por malos tratos y se ha dilatado su tramitación: «Tenemos una de las judicaturas más machistas que existen». La directora insular de Igualdad, Nina Parrón, resumió el caso en que «es una mujer maltratada que huyó protegiendo a sus hijos» y considera que este tipo de resolución señalan que el problema es más profundo que falta de formación.