Una forala ha sido donde han atado a un menor en Murcia y lo han colgado en la red posteriormente. | Pixabay

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La Audiencia Provincial de Murcia ha confirmado la resolución de un Juzgado de Instrucción que acordó continuar las diligencias por el trámite del procedimiento abreviado contra dos jóvenes investigados por atar a un niño de 12 años a una farola, junto a una atracción ferial, y colgar una fotografía en la red social Instagram.

El tribunal, en un auto al que ha tenido acceso Efe, desestima así el recurso que uno de ellos presentó contra aquella decisión judicial y en el que alegó que todo fue una broma en la que colaboró el propio menor y que no se tuvo la menor intención de mofarse de él.

También expuso que el niño no ofreció resistencia a ser atado a la farola, ni tampoco pidió auxilio a las personas que estaban por las inmediaciones.

Igualmente indicó que, incluso, tras ser desatado, el chico volvió por el lugar y ayudó a los investigados a recoger la atracción ferial que había sido instalada en un municipio del que se omite su nombre.

Al desestimar el recurso, el tribunal comenta que en la resolución combatida consta el relato de unos hechos que pudieran integrar el delito contra la integridad moral, por lo que es conveniente que el proceso judicial continúe y que en el juicio oral se esclarezcan los hechos.

Ese relato recoge que los hechos ocurrieron el 17 de agosto de 2016 cuando los investigados, presuntamente, ataron con bridas al niño a una farola situada junto a una atracción ferial al tiempo que realizaban fotografías con el teléfono móvil, una de las cuales fue subida a la red social por el otro investigado.

El menor permaneció en esa situación unos veinte minutos, hasta que un feriante cortó las bridas.

Dos días después de los hechos, el chico acudió a un servicio de urgencias donde relató lo que había sufrido.

El auto de la Audiencia Provincial indica que consta en las actuaciones un informe psicológico en el que se afirma que lo ocurrido impactó de forma negativa en el niño, que ya había sufrido con anterioridad un acontecimiento traumático por un atropello.

El informe recoge asimismo que «lleva años siendo tratado por psicólogo y psiquiatra en un centro de salud mental, con tratamiento farmacológico».

Y añade que «la agresión sufrida ahora por parte de unos chicos mayores de edad ha repercutido muy negativamente en él, al ser un menor muy vulnerable; presenta síntomas ansiosos, irritabilidad y temores a que pueda volver a ocurrir hechos de similares características».