En determinados periodos no pudo ducharse ni lavar la ropa, cosa que hizo que sufriera «rechazo social». | Teresa Ayuga

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La víctima de una presunta estafa que tuvo lugar en Palma en 2014 ha asegurado que a consecuencia de esta acabó pasando «tres años sin luz ni electricidad» lo que provocó que, durante determinados periodos, no pudiera ducharse ni lavar la ropa; cosa que hizo que sufriera «rechazo social» al salir por la calle bajo estas circunstancias.

Por su lado, los dos investigados en este caso están acusados de estafarle 2.250 euros al no practicarle la instalación eléctrica pero cobrarle por ella. Durante su declaración este viernes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma, han negado los hechos.

Uno de ellos, que actuó como intermediario, ha manifestado que sí se hicieron los trabajos por los que le pagaron y el otro se ha limitado a decir que solo dio el visto bueno a la instalación pero que no llegó a cobrar por esto.

El estafado, por su parte, ha explicado que tras un encuentro casual con uno de los acusados al que conocía desde hacía tiempo, convinieron que tenían que hacer una reforma de la instalación eléctrica y, a partir de entonces, le hizo «un pago de unos 3.000 euros» en varias veces por las tareas que se tenían que haber realizado, aunque al final, tal como ha dicho, «no se hizo nada».

Así, ha detallado que cuando se quedó sin luz fue a ver por qué no tenía y descubrió que le habían quitado el contador eléctrico y, desde entonces, estuvo tres años sin luz. «Durante un tiempo no pude ni lavar la ropa y tuve que ir con ella sucia y sufrí rechazo social por esto», ha dicho.

Las defensas de los acusados han pedido la absolución de los defendidos al entender que no se produjo tal estafa y que incluso se fueron realizando los trabajos contratados. El Ministerio Fiscal ha mantenido su petición de pena de dos años y seis meses de cárcel para cada uno de los dos acusados. El presidente del tribunal, Diego Gómez-Reino, por su lado, ha dejado el juicio visto para sentencia.