Entre los vídeos encontrados, había uno de un niño pequeño realizando «actos explícitos» y otros de menores de entre 13 y 17 años. | Reuters

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El Tribunal del Vaticano ha condenado a 5 años de cárcel a un cura por tener pornografía infantil y por intercambiarla, unos hechos que el sacerdote achacó a un momento de «conflicto interior».

Alberto Capella, exconsejero de la nunciatura en Washington, permanecerá encarcelado en el cuartel de la Gendarmería (policía vaticana), dentro del mismo Vaticano. Los jueces encargados de sentenciar los hechos, además de los años de prisión, le han impuesto una multa de 5.000 euros.

En el móvil del condenado había imágenes de «menores manteniendo relaciones carnales con adultos» y en los chats en los que participó el sacerdote pedía imágenes de menores de entre 14 y 16 años. Entre los vídeos encontrados, había uno de un niño pequeño realizando «actos explícitos» y otros de menores de entre 13 y 17 años.

Durante su interrogatorio explicó que su envío a Washington, donde tenía poco trabajo y amigos, le causó «un conflicto interior, un sentimiento de vacío y de inutilidad. Fueron el origen de actos compulsivos de consultas impropias en internet de cosas que hasta ahora no habían nunca atraído mi interés», argumentó.

Todo comenzó cuando se inscribió en la red social Tumblr, una plataforma donde se puede conversar e intercambiar vídeos y fotos, porque le interesaban los «animales con expresiones divertidas». A medida que aumentó del «conflicto interior», comenzó «la búsqueda de estas imágenes inapropiadas de contenido pornográfico» y que ahora, con el paso del tiempo, le producen «repugnancia». La defensa argumentó durante el juicio que estos comportamientos «son señal de un problema psicológico».

Sin embargo, la Fiscalía vaticana consideró que Capella había consultado en diversas ocasiones estos contenidos, por lo que no podía hablarse de «una captación casual de material» de esta naturaleza. También que el cura tenía fotos, vídeos y dibujos manga con imágenes de menores durante actos sexuales explícitos y pidió a los magistrados no distinguir entre las imágenes verdaderas y los dibujos, pues, en su opinión, el contenido es lo realmente importante.