Pere Perelló, director general de Emergencias del Govern. | Alejandro Sepúlveda

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La búsqueda de la avioneta del Ibanat desaparecida ha sido el mayor dispositivo humano y técnicos jamás desplegado en Mallorca y para Pere Perelló, director general de Emergencias del Govern, la coordinación entre organismos «ha sido modélica».

¿Cómo se enteró el martes de la desaparición de la avioneta?

Estaba llegando a Inca y el jefe de servicio me llamó. Eran las siete de la tarde. Llamé a la familia y dije que no llegaría hasta tarde. Me fui directamente al Ibanat, para estar al lado de los compañeros en un momento tan difícil. Los técnicos y jefes de servicio se fueron al 112 y a Son Bonet. Mantuvimos una coordinación constante.

¿Cuándo decidió pedir ayuda a la Armada?

El miércoles a primera hora vi claro que teníamos que pedir ayuda a los buques de la Armada. Llamé a Maria Salom, que todavía era la delegada del Gobierno, y le hice la petición oficial. Me dijo: «¿Qué necesitas?», y le dije: «Buques que rastreen a 100 o 150 metros bajo el mar». Maria se portó de diez. El viernes la llamé para agradecerle su esfuerzo.

¿Ha sido el mayor despliegue humano y técnico en Mallorca?

Sin ninguna duda, sí. Y la coordinación ha sido muy buena, modélica, con todos los cuerpos policiales u organismos que han intervenido. Desde los ayuntamientos de Pollença o Escorca, por citar a dos, hasta el SAR, la Armada, la Guardia Civil, Salvamento Marítimo o el 112. Hasta el Ejército se puso a las órdenes y preguntó: «¿Quién está al mando?». No hubo celos, sólo queríamos encontrar al piloto.

¿Estaban seguros de que estaba en esa zona?

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Era un cálculo que habíamos hecho basándonos en cuadrículas, tras estudiar la marea, la velocidad, la dirección de la avioneta. Eran muchos factores, pero estábamos casi seguros.

La clave, pese a todo, ha sido el sonar de la Armada

Está claro. Sin sonar no habría hallazgo. Hablamos con muchos pilotos sobre qué habrían hecho ellos y nos decían: «Iría hacia el mar, paro motor e intento amerizar en el agua». Todos nos decían lo mismo, así que estábamos convencidos al 75 % de que la avioneta estaba en lo que nosotros llamamos la zona cero. Y así fue.

En los primeros días parecía que se había esfumado

Sí, era algo así como un Triángulo de las Bermudas. Nadie había visto ni oído nada, pero no nos cuadraba que hubiera caído en tierra. Todo indicaba que estaba en el mar.

¿Cómo es posible que con la cantidad de barcos, residentes y turistas nadie lo viera?

Entre el Port de Sóller y la Cala Sant Vicenç hay mucho tránsito de barcos de pesca y embarcaciones de recreo por la mañana. Y el accidente ocurrió por la tarde. Además, ese día había fuerza 5 o 6 y no había barcos en la zona.

El final ha tenido un desenlace trágico, pero la búsqueda ha recibido halagos por su profesionalidad.

El drama es que no hemos podido encontrar vivo al piloto, pero hemos hecho todo lo humanamente posible, se lo aseguro. El coronel Barceló y el teniente coronel Orantos han ayudado muchísimo, así como el Ejército, el SAR, la Armada y todos los efectivos de emergencias.