Bartolomé Cursach, acompañado de su abogado, llegando a los juzgados de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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El empresario Bartolomé Cursach ha negado este miércoles haber insultado al juez Manuel Penalva llamándole 'subnormal' cuando acudió al Juzgado a entregar su pasaporte tras salir de la cárcel.

El juez al que presuntamente habría insultado es el titular del Juzgado de Instrucción número 12 de Palma, que dirigía la investigación de la macrocausa de corrupción policial de Palma hasta que fue recusado por las defensas y apartado por «pérdida de apariencia de imparcialidad».

Penalva es el juez que envió a prisión en marzo de 2017 al empresario, propietario del Grupo Cursach, acusado junto a otro empleado del grupo de 16 delitos. El episodio por el que este miércoles ha declarado tuvo lugar precisamente el día después de salir de la cárcel.

Cursach debía acudir al Juzgado a entregar su pasaporte y comunicar un domicilio habitual -donde recibir las notificaciones judiciales- en cumplimiento de una medida cautelar impuesta por la Audiencia Provincial. El Tribunal había autorizado su puesta en libertad provisional bajo una fianza de un millón de euros, que pagó en cuestión de horas.

El juez denunció al empresario acusándole de haberle llamado «subnormal» en el momento en el que se presentó en el Juzgado para realizar este trámite acompañado de su abogado.

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Según el escrito presentado por el magistrado, el empresario habría dicho en voz alta y en presencia de la funcionaria que le estaba atendiendo la frase «es un subnormal» hasta tres veces, en referencia al juez Penalva.

En su denuncia el juez recalcaba que la expresión se había escuchado «con toda nitidez» por la funcionaria y otra compañera que trabajaba a unos metros de distancia.

Además, Penalva se mostró convencido de que la intención del investigado era precisamente que lo escucharan las funcionarias del Juzgado en el que él está destinado. Por ello, el magistrado reclamaba por daños y perjuicios.

Momentos después de conocerse la denuncia, el Grupo Cursach emitió un comunicado oficial en el que el empresario negaba «rotundamente» haber insultado al magistrado. En este comunicado, tanto el letrado que le había acompañado en los trámites en el Juzgado, Fernando Mateas, como el propio Cursach rechazaban haberse referido en ningún momento al juez.

Según la empresa, los trámites se llevaron a cabo con «absoluta normalidad», por lo que calificaban de «falsa» la acusación.