Los okupas tienen aparcados los coches de alta gama frente a los pisos piloto asaltados. | J.B.

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Perros potencialmente peligrosos sueltos y sin bozal, adolescentes en monopatines eléctricos -de más de 500 euros- con escopetas de perdigones, robos en el interior de vehículos y amenazas constantes, son la alarmante situación que están viviendo los vecinos de la urbanización de Son Güells de Palma.

El territorio Okupa, como ya se conoce popularmente a los pisos piloto asaltados de forma totalmente ilegal por varias familias gitanas, está provocando una gran alarma, tensión y enfrentamientos entre los integrantes del clan de ‘Los Extremeños’ y los residentes del barrio. En los últimos días, las quejas y las denuncias se han multiplicado. «En invierno viven una veintena de personas, pero resulta que al comenzar la temporada estival, el número de okupas se multiplica de forma exponencial. Esta gente se dedica a la venta ilegal de fruta por las playas y de plantas (macetas). El efecto llamada está provocando la llegada de nuevos ‘inquilinos’», apunta uno de los portavoces de los vecinos que prefiere permanecer en el anonimato por miedo a represalias.

«Son muy violentos. Hace unos días estuvimos con representantes políticos y una televisión y tuvimos que salir corriendo porque nos quisieron agredir», señala otro de los afectados. A todos los problemas de robos, insultos y amenazas existentes hay que sumarles que los ocupas han traído varios gallos y gallinas. «A partir de las cuatro hasta las nueve de la mañana aquí no duerme nadie. No se saben comportar y no permiten el descanso de los vecinos. Lo peor es que llamas a la Policía Local de Palma y no hacen nada. Es un escándalo, una auténtica vergüenza. El otro día el policía de barrio se encontró a un gallo y dos gallinas en medio de la carretera de Manacor poniendo en peligro la circulación del tráfico», concluyen.

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Furgonetas llenas de piedras para que la grúa no pueda llevárselas

Los okupas de Son Güells se las saben todas. Para evitar que la Policía Local retire las furgonetas que tienen abandonadas en la calle, los gitanos han llenado las mismas de piedras para que la grúa no pueda llevárselas. Dentro del recinto pueden verse coches de alta gama y que los ocupas viven con un alto nivel de vida.

Pasividad de Cort

Los pisos piloto (de una promoción de viviendas), ubicados en un solar de propiedad municipal, fueron asaltados y ocupados de forma ilegal a finales de junio del año 2016. Desde entonces, el aluvión de denuncias, tanto judiciales como policiales, ha sido constante. El 28 de septiembre de 2017, el Ayuntamiento de Palma se comprometió públicamente a que los bloques serían desalojados al no disponer condiciones de habitabilidad. A fecha de hoy, Cort no ha cumplido su palabra.