El empresario Bartolomé Cursach podría abandonar la cárcel si hace efectiva la fianza. | Alejandro Sepúlveda

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La Audiencia de Palma ha acordado mantener la prisión provisional para el empresario Bartolomé Cursach, pero ha fijado una fianza de 1 millón de euros a consignar en metálico o bien aval bancario para que pueda salir de la cárcel, donde permanece desde hace 13 meses, y le ha retirado el pasaporte.

La sección primera del tribunal provincial ha estimado parcialmente el recurso de apelación presentado por la defensa de Cursach contra el auto por el que ingresó en la cárcel y mantiene la prisión provisional eludible bajo fianza de 1 millón de euros, a consignar en metálico o bien mediante aval bancario.

El tribunal le impone que indique el domicilio donde residirá y que comparezca ante el juzgado todos los lunes, le retira el pasaporte y le prohíbe salir de Mallorca, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Baleares.

Cursach es el único investigado en este caso que sigue en prisión provisional, dictada el 3 de marzo del año pasado por el juez de Instrucción número 12 de Palma, Manuel Penalva, -instructor de la causa hasta que fue recusado el mes pasado- por la investigación de una trama de funcionarios y policías presuntamente corruptos que beneficiaban los negocios del empresario.

Se le imputan presuntos delitos de cohecho, extorsión, coacciones, uso de información privilegiada, tráfico de influencias y organización criminal, entre otros.

La sección primera de la Audiencia de Palma recuerda en el auto que la medida contra Cursach se adoptó y se mantuvo para evitar la reiteración delictiva, proteger las pruebas y por riesgo de fuga y añade que no considera el encarcelamiento provisional «estrictamente necesario» en el actual momento procesal, porque «el tiempo ya transcurrido en prisión preventiva mitiga los riesgos que aún se mantienen».

Sobre la necesidad que señala la Fiscalía de proteger las fuentes de prueba ante reiteradas conductas de hostigamiento a testigos, la sala indica que la ley prevé un plazo máximo de 6 meses de prisión provisional, plazo que ya ha transcurrido porque los últimos hechos dirigidos contra testigos habrían ocurrido presuntamente en octubre de 2017.

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La sala señala además que desde que ha habido condenas por estos hechos «el riesgo se ha atenuando».
En cuanto al riesgo de reiteración delictiva, según el tribunal también se ha reducido por la propia investigación judicial y por la presión mediática del caso.

Sobre el riesgo de fuga, según las juezas se mantiene por la eventual pena a la que pudiera ser condenado Cursach y por su elevada capacidad económica, pero aparece atenuado por los 13 meses que ya lleva en prisión, por sus vínculos familiares y empresariales sólidos en Mallorca, por su edad (72 años) y el embargo de sus cuentas bancarias y de inmuebles como garantía de responsabilidades civiles a las que pudiera haber lugar.

Además la sala señala como elemento a tener en cuenta la falta de previsión de una fecha para que finalice la instrucción, dado que se ha iniciado recientemente la investigación de un presunto delito contra los derechos de los trabajadores, y que tampoco está fijado ningún juicio inminente contra Cursach.

El auto añade que ya se ha juzgado el caso por tenencia de armas y se ha resuelto el incidente de recusación, dos motivos que concurrían para denegar la libertad del empresario la última vez que la defensa de Cursach la pidió.

El tribunal afirma que no cabe acordar la libertad incondicional de Cursach porque, «aunque atenuado», todavía existe «razonable riesgo de que pueda sustraerse a la acción de la justicia» ya que el arraigo del empresario en España «no ofrece por sí solo suficientes garantías».

La sala fija una fianza de 1 millón de euros, atendiendo a la elevada capacidad económica de Cursach «personal o a través de sus sociedades que gestionan diversos locales de ocio» así como la titularidad de varias fincas en Mallorca y en el extranjero.

El tribunal completa la medida de fianza con la obligación de que el empresario señale el domicilio donde debe ser hallado y si lo cambia en algún momento, y además le prohíbe salir de Mallorca salvo autorización judicial expresa y previa, le retiene el pasaporte y fija que se presente ante la secretaría del juzgado todos los lunes y que además comparezca tantas veces como sea llamado.