TW
39

«Es imposible que el sol la deslumbrara. Lo tenía de espaldas». Un ciclista que fue testigo del accidente de Capdepera desmiente la versión que ofreció la conductora ante la juez de Manacor. A las nueve y media de la mañana, cuando Anaís Marco arrolló a un pelotón formado por nueve ciclistas, el sol estaba a media altura y salía de Menorca. El testigo, que prefiere no revelar su nombre, apunta a que el siniestro fue un despiste. «No sé si por el móvil, si cogía algo del bolso o hablaba con su acompañante», dice.

Noticias relacionadas

La conductora del Porsche Cayenne, Anaís Marco, de 28 años, se levantó de madrugada para ir a limpiar chalets en Capdepera junto a una compañera. Después se dirigía hacia Artà cuando adelantó a un primer grupo de ciclistas. Volvió a su carril e intentó rebasar a otro pelotón. «De repente me cegó el sol y bajé el parasol», manifestó a la juez de Instrucción número 1 de Manacor. En el momento en que puso el parasol, según su versión, arrolló a los nueve ciclistas. Uno murió. El alemán Christoph Bohnen tenía 47 años y era padre de dos hijos. «El sol sale por el este. Tenía el sol en la nuca a la hora del accidente. Soy de allí, soy ciclista y he pasado por el lugar en cuestión. La carretera es amplia y hay un cien por cien de visibilidad. Esa ?excusa? es una broma de mal gusto», explica otro ciclista aficionado que conoce bien la zona. «El accidente fue un despiste. Es inviable que le deslumbre el sol», añade. No había huellas de frenada sobre el asfalto donde ocurrió el accidente. «Arrambló con todo el pelotón», lamenta este ciclista, que pasó por el tramo ese domingo.

Los compañeros del deportista fallecido han colocado una corona de flores en la cuneta junto al arcén donde Bohnen perdió la vida. Hay una cruz de madera, velas rojas, un barco de papel naranja y dos fotografías del ciclista con la fecha fatídica: 5.04.2018.