Fotografía de archivo del 09/03/2018 de Ana Julia Quezada, realizando un gesto cariñoso a Ángel Cruz, padre de Gabriel, en un acto en apoyo a los familiares del niño antes de ser detenida. | Chema Artero

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La Policía Nacional está realizando gestiones con el Juzgado que investigó la muerte de la hija de 4 años de Ana Julia Quezada, detenida por la muerte del niño de 8 años Gabriel Cruz en Las Hortichuelas (Níjar, Almería), falleció en 1996 al caer desde una ventana de la vivienda en la que residían a un patio interior, un caso que se cerró como una muerte accidental, según datos de última hora.

Ana Julia Quezada, de 44 años, llegó en 1995 a Burgos procedente de su país natal, la República Dominicana, y se instaló junto a sus dos hijas de dos y cuatro años -que tuvo en su país fruto de una relación anterior- en un piso de esta ciudad.

Un año después, la niña de cuatro años, llamada Ridelca Josefina, falleció en lo que fue considerada una muerte accidental, según han informado fuentes de la investigación, quienes han añadido que fue la pareja en ese momento de Ana Julia -que no era el padre de la niña- quien encontró su cuerpo.

El padre adoptivo y por entonces pareja de Ana Julia entró en la habitación de las menores y comprobó que Ridelca Josefina no se encontraba en la cama, dirigiéndose a una habitación contigua destinada a cuarto de recreo de las niñas. Fue desde este cuarto donde vio que la ventana de doble hoja estaba abierta y que su hija adoptiva estaba tendida en el suelo del patio interior del primer piso.

Según fuentes de la investigación, la Policía no abrió otro atestado después de este del 10 de marzo de 1996, concluyendo que la muerte había sido accidental y no se apreciaban indicios de criminalidad.

La hija que por entonces tenía dos años, tras conocer la detención de su madre en Almería este domingo por su presunta relación con la muerte de Gabriel Cruz, sufrió una crisis de ansiedad que obligó a su ingreso en un hospital de Burgos, según confirman fuente del caso.

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La joven seguía el caso por los medios de comunicación y redes sociales y al leer todo lo que se estaba publicando le dio un ataque de ansiedad, por lo que tuvo que ser atendida.

Tras conocerse su supuesta implicación en la desaparición y posterior muerte de Gabriel Cruz, la Policía Nacional está investigando los años que Ana Julia Quezada residió en Burgos y donde trabajó durante un tiempo en una carnicería.

Ana Julia se marchó de Burgos en 2014 con su expareja a la localidad de Las Negras, en Níjar, donde estuvo trabajando en hostelería antes de romper su relación con este hombre y comenzar otra con el padre del pequeño Gabriel.

El cadáver de Gabriel Cruz fue encontrado en la mañana del domingo por las fuerzas de seguridad en el maletero del coche de Quezada, quien fue detenida en la localidad de Vícar durante un amplio operativo policial.

Vecinos de Las Hortichuelas han asegurado que comenzaron a sospechar de ella cuando, el pasado sábado 3 de marzo, afirmó haber encontrado una camiseta interior de color blanco del menor cuando caminaba junto al padre del desaparecido. Esa camiseta contenía restos de ADN del niño.

Con el hallazgo del cadáver, la detención de Quezada y su traslado a la Comandancia de Almería se ha puesto fin a trece jornadas de angustiosa búsqueda de Gabriel, en la que según los datos de la Delegación del Gobierno en Andalucía trabajaron 1.487 profesionales y 2.574 voluntarios