La Sección Segunda de la Audiencia Provincial acogió este miércoles el juicio. | Alejandro Sepúlveda

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En mayo de 2008, el acusado, de 62 años, conoció a una mujer por Internet. Iniciaron una relación sentimental. El hombre es un galán francés. Megalómano y estafador. Aparentó ser asesor financiero y expropietario de varios hoteles en Francia. Hizo creer a la perjudicada la existencia de un proyecto de inversión hotelera en Mallorca. Ella picó. Cayó en la red del estafador y le llegó a entregar 73.000 euros para proyectos fantasma.

El hombre fue juzgado este miércoles en la Audiencia Provincial de Palma. Aceptó un año de cárcel por un delito de estafa. La pena quedó suspendida con la condición de que devuelva a la víctima 60.000 euros.

Los hechos se remontan a 2008. La mujer lo dejó todo por él. Trasladó su residencia de Francia a Mallorca en octubre de aquel año para convivir con el acusado. El hombre consiguió que ella firmase el 2 de noviembre un contrato de participación en una futura sociedad llamada Affinity Gays SA. El objetivo era realizar una serie de proyectos hoteleros.

La empresa Affinity Gays SA nunca existió. Jamás fue creada. No hubo ningún proyecto hotelero en Mallorca con ese nombre. Era todo una mentira. La víctima, según el escrito de la Fiscalía, carece de estudios superiores y cuando conoció al acusado sufría depresión. Atravesaba una situación complicada derivada de una intervención quirúrgica y de una anterior ruptura matrimonial conflictiva.