Bartolomé Cursach fue detenido justo hace un año y desde entonces está preso. | Alejandro Sepúlveda

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Hace un año la policía llamó a la puerta de la casa de Bartolomé Cursach. Fue detenido en la operación que culminaba cuatro años de investigaciones. Desde entonces, el magnate, con 17 delitos imputados a su espalda, está en prisión preventiva en medio de una causa cada vez más enrarecida y complicada. En apenas dos semanas, el empresario afrontará su primer juicio: una pieza menor por un arma que se encontró en el registro de la vivienda. Junto a Cursach fue detenido ese día el ‘número dos’ del grupo, Bartolomé Sbert, que ahora está en libertad tras abonar una fianza de medio millón.

Para Cursach, por el momento no se atisba una solución similar. En su última petición de libertad, la Audiencia confirmó la existencia de motivos para mantenerle preso y sólo un voto particular abogaba por dejarle salir con una fianza millonaria. Mientras tanto, la causa se ha enrevesado hasta límites insospechados: está sobre la mesa una petición para recusar al juez que apoya incluso la Fiscalía, la testigo más emblemática del caso está imputada por mentir, se han producido tres manifestaciones contra el instructor y se han cruzado querellas al juez y el fiscal que han sido desestimadas. Mientras tanto, el ministerio público ha conseguido tres condenas por delitos de obstrucción a la justicia, una de ellas a un sobrino de Cursach. A la vez ha habido dos absoluciones.

Al hilo de la algarabía judicial, las administraciones han puesto coto a los negocios del ‘Grupo Cursach’. BCM, una de las joyas del grupo no abrió ya la pasada temporada después de que Calvià revocara su licencia y tiene un futuro incierto. Pachá no volverá a funcionar: Cort limitó su aforo y el grupo renunció. Otros negocios del grupo tienen la lupa administrativa encima como el gimnasio Megasport.

La polémica en torno a la instrucción ha producido movimientos de fondo, más visibles en Fiscalía. Al fiscal Miguel Ángel Subirán se han sumado otros dos para participar en el caso: Juan Carrau y Ana Lamas. Mientras está pendiente el relevo o no del juez la investigación está en casi en pausa. Por si acaso, la polémica no decae: este viernes volvera a declarar ‘El Ico’ citado ante un posible cambio de versión. La única victoria de Cursach fue regresar a Palma tras su traslado a la cárce de Alicante.