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Un joven orinó en un local situado en la calle Industria de Palma el pasado 21 de julio a las tres de la tarde. Pensó que nadie le vería. Se equivocaba. Un amigo del propietario del local le cazó y le recriminó su acto incívico.

El chico, un adolescente, que iba acompañado de su hermana, también menor de edad, no asumió la reprimenda y contestó de malas formas. El hombre les dio una bofetada a ambos y los jóvenes lo denunciaron.

La magistrada titular del juzgado de Instrucción número 10 de Palma, Carmen Abrines, condenó al agresor el pasado 19 de enero por dos delitos leves de lesiones. Le impuso una multa de 180 euros, 90 por cada bofetada. El hombre indemnizará al chico con 120 euros y a ella con 40.