Imagen de archivo de agentes de la Policía Nacional. | ARCHIVO

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Agentes del Cuerpo Nacional de Policía se han hecho cargo de la investigación del extraño suceso registrado en un edificio de okupas de la calle Sant Rafel de Palma, cerca de la plaza de las Columnas.

En torno a la una de la madrugada del domingo, varios vecinos de la zona alertaron a los equipos de emergencia de que un joven se había precipitado desde la ventana de un cuarto piso y había quedado tendido sobre el techo de un coche que se encontraba estacionado en la vía pública.

Rápidamente, numerosas dotaciones de la Policía Local de Palma, Cuerpo Nacional de Policía y varias ambulancias medicalizadas del Servei d’Atenció Mèdica Urgent (SAMU-061) se personaron en el lugar. Tras marcar un amplio perímetro de seguridad y acordonar el lugar, los policías se disponían a bajar al herido del techo del turismo para que fuera atendido por los facultativos. En ese instante, la novia del precipitado, de manera sorpresiva, se asomó por la ventana amenazando con saltar al vacío.

Varios policías consiguieron acceder al inmueble ocupado teniendo para ello que reventar varios candados y puertas. Una vez dentro, consiguieron inmovilizar a la mujer. Durante unos minutos, en el inmueble se vivieron escenas de cierto dramatismo, tensión y nervios. Los médicos desplazados hasta el lugar tuvieron que administrar a la chica varios calmantes ante el estado de excitación y el episodio de violencia extrema que presentaba. Tras estabilizar a la paciente, el equipo médico ordenó su traslado hasta un centro hospitalario.

Ante la incredulidad de los allí presentes y mientras los sanitarios trataban de atender al precipitado, otro compañero de la pareja también tuvo que ser atendido al presentar un cuadro de ansiedad, desorientación y nerviosismo. En esta ocasión, todo hace pensar que el joven se encontraba bajo los efectos de algún tipo de sustancia estupefaciente.

Causas
Los investigadores barajan varias líneas de trabajo para tratar de esclarecer los hechos. Por el momento, todo apunta a que la hipótesis del suicidio queda descartada. Varios testigos presenciales señalaron a los agentes responsables del caso que el joven precipitado presentaba, minutos antes del suceso, un comportamiento extraño, violento y preocupante.