El juez instructor de la causa, Manuel Penalva, llegando a los juzgados. | Alejandro Sepúlveda

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La tensión del exterior del juzgado se multiplicó en la sala en la que comparecieron este lunes como investigados los dos supuestos máximos responsables de la trama, Bartolomé Cursach y Bartolomé Sbert. El volantazo de la testigo protegida 31 calentó unas declaraciones precedidas de una petición de abstención al magistrado.

El primero en tirar la piedra fue el abogado de Bartolomé Sbert, Antonio Martínez: «Señoría, absténgase». El instructor, Manuel Penalva, rechazó abandonar la instrucción. Sin embargo, sí planteó a las defensas que, si tienen dudas sobre su actuación, planteen un incidente de recusación. Varias de ellas trabajan ya en esa petición en la que un magistrado de la Audiencia Provincial tendría que decidir si ha existido una pérdida de objetividad por parte del magistrado en la instrucción.

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En una breve intervención, el titular del juzgado de Instrucción 12 circunscribió los mensajes desvelados por la madame a conversaciones privadas. Negó que se refiriera como «hijos de puta» a todos los abogados de la causa y llegó a afirmar que «estaré encantado de contestar» en un incidente de recusación. Se trata de un procedimiento especial en el que las defensas pueden plantear un cambio de juez por motivos como enemistad manifiesta o pérdida de imparcialidad. El magistrado contra el que se presenta el recurso tiene que elaborar un informe sobre los motivos que se exponen y la última decisión la tiene un juez de la Audiencia Provincial. Mientras se instruye ese incidente la instrucción del ‘caso Cursach’ quedaría paralizada varias semanas.

Tras el choque entre las acusaciones y las defensas fue el turno para la declaración de Bartolomé Cursach. Por primera vez el empresario ha respondido preguntas en la causa. Tras su detención y encarcelamiento el pasado mes de marzo hizo uso de su derecho a no declarar. En este caso sólo contestó al juez y se negó a hacerlo al fiscal del caso, Miguel Ángel Subirán, a pesar de que éste insistió en hacer preguntas a través del magistrado. Cursach negó haber ordenado o pagado él en persona sobornos a ningún funcionario público.También fue breve la declaración del antiguo ‘número dos’ del grupo, Bartolomé Sbert. Éste sólo respondió a su abogado y también negó el pago de sobornos. De hecho proclamó su inocencia y relató cómo su vida ha quedado destrozada desde su detención y encarcelamiento. Las pesquisas se retomarán el miércoles con la declaración de Pilar Carbonell.