La cárcel de Palma, en el punto de mira de los sindicatos. | Alejandro Sepúlveda

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«Tras los gravísimos hechos acaecidos el pasado día 3 de julio, donde un grupo de internos conflictivos de la cárcel de Palma se amonitaron en el Módulo 3 y lesionaron a tres funcionarios, asistimos estupefactos a que transcurrido un mes y medio aún continúan en Palma, a pesar de tener destino aprobado en otros centros penitenciarios de la Península. Por hechos similares en cualquier otro centro a los pocos días son trasladados de urgencia», arranca el durísimo escrito de protesta remitido por el sindicato UGT.

Los respresentantes de los funcionarios también quieren denunciar el cambio de guardias permanentes del turno de noche. «Con este sistema la cárcel de Palma se queda sin médico durante 10 horas al día. En prisiones pequeñas como las de Jaén o Daroca estas prácticas son habituales, pero nunca en un centro penitenciario con 1.300 internos», comentan David Rodríguez y Francisco Zamorano.

«La inseguridad que vive la cárcel de Palma con guardias localizadas es alarmante. Los ATS tienen que hacer frente a las urgencias médicas siguiendo protocolos de actuación. Procedimientos que, en muchas ocasiones no son operativos, y que a pesar de ser profesionales altamente cualificados no están capacitados para según que urgencias vitales cuya resolución corresponde al cuerpo médico», destacan los sindicalistas. UGT denuncia que se incluyen partidas presupuestarias para la vigilancia perimetral privada de los centros penitenciarios, pero se recorta en sanidad y en seguridad en la prisión.