Imagen de la cárcel de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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La Audiencia de Palma ha confirmado una condena de tres años y medio de cárcel para un preso por golpear a otro con una mancuerna en el gimnasio de la prisión en 2016. Un tribunal de la sección segunda ha desestimado el recurso del agresor. La juez le condenó por un delito de lesiones agravadas por uso de instrumento peligroso. Tendrá que indemnizar al otro recluso con 400 euros.

La agresión ocurrió en el gimnasio de la cárcel de Palma, a la una menos diez del mediodía, el 6 de julio de 2016. El acusado golpeó en el estómago a la víctima, que cayó al suelo. El procesado le agredió en la cabeza con una mancuerna de pesas. El herido precisó de puntos de sutura y le quedó una cicatriz de cinco centímetros. Las lesiones tardaron ocho días en curar.

Pincho

El abogado del acusado indicó que su cliente actuó en defensa propia porque el perjudicado le agredió con un pincho. El letrado también protestó porque la magistrada consideró probado que la agresión se produjo con una mancuerna. El tribunal de la Audiencia responde de forma rotunda en su resolución: «No hay duda que la utilización de una barra metálica de las que se usan en un gimnasio para colocar pesas es un objeto potencialmente lesivo y capaz de causar lesiones graves en la integridad de una persona. Más aún si se emplea para golpear la cabeza de la víctima, tal y como aquí ocurrió».

La sala explica que pudo existir una discusión previa entre el denunciante y el acusado, «pero ello no constituye una agresión ilegítima ni justifica la necesidad de la defensa».