Momento en el que el acusado da un puñetazo al hombre que estaba esposado. | Redacción Sucesos

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El quinto policía local implicado en la agresión a un detenido en los calabozos del cuartel de San Fernando aceptó este martes una condena de un año y tres meses de prisión, que se sustituirá por una multa de 3.600 euros. Además, queda inhabilitado por tres años por lo que pierde la condición de Policía Local de Palma.

Este agente no fue juzgado hace dos años con sus cuatro compañeros porque no intervino en la acción de la patada sino en un episodio anterior: se acercó minutos antes al detenido y le dio unos puñetazos. Durante ese primer juicio se vio el vídeo íntegro y la fiscalía pidió que se iniciara una investigación sobre el agente, que desembocó en el juicio de este martes.

El agente, Ernesto Vidal, ha recibido la misma condena que su compañero que dio la patada. Los hechos ocurrieron en mayo de 2011 y por ellos fueron condenados a un año de prisión otros tres agentes: dos de ellos contemplaron la patada sin intervenir y un tercero, el oficial al mando, movió la cámara de seguridad que grabó la agresión íntegra. Éste último acusado, Carlos Vallecillo, se encuentra en prisión cumpliendo esta condena en Castellón después de que la Audiencia rechazara suspenderla, algo que sí hizo con sus compañeros. Vallecillo y Vidal se encuentran ambos imputados también en la causa de corrupción en el seno del cuerpo. De hecho, los dos han estado en diferentes momentos en prisión preventiva por este caso.

La víctima de la agresión había sido detenida a medianoche por un delito contra la seguridad vial. Los agentes que le custodiaban le inmovilizaron y le dejaron esposado en un banco del cuartel. El agente condenado este martes le dio primero un golpe en la barriga y otro golpe en la cara de los que no constan las lesiones que sufrió la víctima. Unos minutos después, otro policía le dio una patada en la cara que tampoco causó lesiones de gravedad al detenido.