La Fiscalía solicita cinco años y diez meses de prisión por un delito continuado de abusos sexuales y una indemnización de 8.000 euros. El acusado dijo que no ha tocado a la pequeña en la zona genital ni la ha besado en la boca.
El 13 de abril de 2014, la propietaria del restaurante pidió al procesado que prestara cinco euros al padre de la menor para coger un taxi. El padre de la niña recordó que notaba a la menor nerviosa. «Estaba inquieta. Al ir a coger el taxi me dijo que un hombre le tocaba sus partes cada vez que subía al baño». La niña no se lo había contado antes porque «tenía miedo de que el hombre le hiciera algo». El padre de la menor preguntó al acusado qué le había hecho a su hija. El camarero lo negó todo. Los padres de la pequeña la llevaron a urgencias. El médico les comunicó que había «una alta posibilidad de que hubiera sufrido un abuso sexual».
La Fiscalía recoge en su escrito que el procesado aprovechaba los momentos en que la menor iba al baño para someterla a tocamientos. El hombre, según el ministerio público, le decía a la niña que no debía contárselo a nadie.
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Los niños y los borrachos,siempre dicen la verdad!!!