Imagen de archivo de ses Voltes. | Julián Aguirre

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El Grupo de Homicidios de la Jefatura palmesana ha descartado que hubiera mano criminal en el caso de la mujer que se precipitó el miércoles por la noche en ses Voltes, delante de la catedral. La víctima cayó desde unos quince metros de altura y falleció prácticamente en el acto.

La caída se produjo minutos antes de las diez de la noche y hasta la muralla se desplazaron efectivos de la Policía Nacional, de la Policía Local y una ambulancia, cuyos sanitarios comprobaron que no se podía hacer nada por la mujer.

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Se trataba de una mujer de 55 años de edad, de nacionalidad española y en los primeros momentos no quedó demasiado claro qué había pasado. En la parte superior de la muralla, frente a La Seo, los agentes hallaron unas botellas de alcohol, justo desde donde se había precipitado la víctima, por lo que se llegó a pensar que había estado bebiendo con otra persona y había caído de forma accidental. Sin embargo, su acompañante no aparecía por ningún lado.

Además, según informaron en fuentes judiciales, los investigadores localizaron a unos testigos, que eran unos cruceristas, que la vieron caer. Su testimonio ha sido clave para reconstruir los hechos y descartar que alguien la hubiera arrojado al vacío. Además, gracias a estas declaraciones se descartó que hubiera estado bebiendo con otra persona justo antes de caer. Este miércoles se le practicó la autopsia a la víctima, que confirmó que había muerto por el fuerte traumatismo que sufrió. La Policía Nacional da prácticamente por cerrado el caso.