Juan Fernández Bustos, con una barracuda, en Cabo Verde hace varios años. | Redacción Sucesos

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Juan Fernández Bustos, el mallorquín encarcelado en Cabo Verde, abandonó el jueves la huelga de hambre. Sufría calambres, no podía dormir por las noches y estaba muy demacrado.

Félix, su hermano, habló con su madre desde Cabo Verde y le explicó en qué condiciones estaba. «Ya ha empezado a comer un poco», contó este viernes por teléfono Mercedes Bustos. El mallorquín, de 42 años, ha perdido cerca de 10 kilos. Ha aguantado algo más de dos semanas sin comer nada.

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Juan Fernández envió este viernes un comunicado a través de su abogado. «Proclamo y proclamaré mi inocencia hasta el final de mis días. No he cometido ninguno de los delitos por los que fui condenado», explica en el documento.

«He vivido estos 16 días entre la esperanza de que se haga justicia y la rabia de haber sido condenado por unos actos en los que no participé. No existe en el proceso ninguna prueba contra mí ni contra mi compañero Carlos Alemán».

Juan Fernández Bustos y Carlos Alemán Ortega fueron condenados a 15 años de prisión en 2014 por delitos de narcotráfico, blanqueo de capitales y banda organizada.