Nico, tratando de acondicionar su casa tras la explosión de un bote de insecticida que destrozó la vivienda. | Michel's

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«Nos llevamos un susto de muerte. Aún me tiemblan las piernas. Recuerdo que mi mujer Lucero se dio cuenta de que a unos 80 centímetros de la chimenea había un bote de insecticida. Justo en el momento que lo cogió para retirarlo se produjo la explosión. Teníamos la vivienda completamente cerrada y eso provocó que la onda expansiva fuese aún mayor». Así relata Nico la pesadilla que les tocó vivir el pasado miércoles cuando la explosión de un espray dejó herida a su mujer y le destrozó la casa.

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Afortunadamente, la mujer recibió el alta médica este jueves y se recupera de sus lesiones en su domicilio.

Durante toda la jornada de este jueves, el matrimonio y unos amigos trataron de adecentar la vivienda y recuperar la normalidad.