Trevor O'Neill, asesinado en Costa de la Calma.

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Un traficante de drogas y armas ha sido detenido por un asesinato ocurrido en Mijas (Málaga) en 2015, suceso que inició un enfrentamiento entre dos bandas irlandesas -de tráfico de drogas a nivel internacional y armas y blanqueo de capitales- que causó otros siete asesinatos en Irlanda y Mallorca.

El pasado 17 de agosto un turista irlandés, Trevor O’Neill, fue abatido a tiros pasadas las 21.00 horas, en la calle Santa Ponça, la vía comercial de Costa de la Calma. El sicario, encapuchado, usó un revólver. Disparó cuatro veces a la víctima, por la espalda y no dejó ningún casquillo en el suelo, después huyó. Jonathan Hutch, el hombre que paseaba junto al fallecido, negó ante los agentes que perteneciera a alguna banda organizada. Dijo que no sabía nada de lo que había ocurrido, pero que pensaba que el objetivo del atacante era él, por su filiación. El periódico The Independent, en su edición irlandesa, informó de que el compañero de O’Neill es miembro del clan de los Hutch.

Semanas después de este suceso, la Guardia Civil ha detenido a J.Q., presunto autor material del asesinato del irlandés de 30 años Gary Patrick Hutch en su domicilio el 24 de septiembre de 2015, intervención desarrollada en la operación «Geraneo» que esclarece la tercera muerte violenta ocurrida en Mijas en 2015.

Según ha informado este miércoles en un comunicado la dirección general del instituto armado, como represalia al asesinato de Hutch se produjeron otros siete asesinatos de integrantes de ambas organizaciones entre febrero y agosto de 2016.

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El presunto asesino de Hutch se adentró en una urbanización, tiroteó a la víctima y le causó la muerte en el acto, tras lo que los investigadores barajaron desde un primer momento la hipótesis del ajuste de cuentas.

Se han realizado cuatro registros en domicilios del entorno del asesino y en un gimnasio de Marbella, donde se intervinieron vehículos, armas y numerosos teléfonos móviles.

Una de las dos anteriores muertes violentas ocurridas en Mijas en 2015 fue resuelta en la Operación Rencilla, que esclareció un asesinato de mayo de 2015, se detuvo a 14 personas y se intervinieron 32 kilogramos de cocaína.

En la denominada Operación Campanales se esclareció la otra muerte, el asesinato de un ciudadano colombiano el 17 de septiembre y fueron detenidas tres personas e intervenidos dos kilogramos de cocaína y cinco armas de fuego.

La investigación ha sido dirigida por la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga con apoyo de otras unidades y la colaboración de EUROPOL y la Garda irlandesa, que ha desplazado a agentes a España además de integrar a varios guardias civiles en sus investigaciones en Irlanda.