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Se acabó la fiesta. Agentes de la Policía Local de Palma irrumpieron en la madrugada de ayer en una fiesta ilegal en Son Rossinyol donde participaban más de un millar de personas. La misma no cumplía con los requisitos legales para su celebración y se procedió al desalojo.

Tras la llegada de la patrulla, los promotores aseguraron que se trataba de una fiesta privada pero los policías le informaron que carecían de autorización y que estaban incumpliendo la normativa vigente.

Cuando los agentes estaban levantando un acta sancionadora, se percataron de que una pareja se estaba agrediendo. Se trataba de un caso de violencia de género. Los conatos de pelea ocasionaron que una marabunta de personas corriera hacia la salida. La Policía pidió refuerzos y rápidamente, entre la Local y la Nacional, se presentaron en el lugar unas diez patrullas. Una vez asegurada la salida de las personas y disipada la pelea, los agentes procedieron a levantar dos informes judiciales. Uno por violencia de género a causa de las lesiones que padecía la chica y otro contra el chico, que aprovechó la estampida para camuflarse entre los asistentes y huir.