Unas 25 personas se congregaron en la entrada principal del centro penitenciario de Palma para recibir por todo lo alto a Francisca Cortés, ‘La Paca’. | Pere Bota

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Francisca Cortés Picazo, ‘La Paca’, es una mujer feliz. Tras cumplir algo más de ocho años de condena, el juzgado de Vigilancia Penitenciaria decidió otorgarle su primer permiso carcelario. A las 18 horas de ayer domingo arrancaron los tres días de libertad concedidos a la histórica matriarca del poblado de Son Banya.

Una gran cantidad de amigos y familiares -entre los que se encontraba su hija ‘La Guapi’- la recibieron a gritos de «guapa, guapa». Mientras tanto, los más pequeños del poblado no dudaron en lanzar botes de confetti y abrazar a la líder de clan gitano. A su salida, visiblemente emocionada y cansada, Francisca Cortés, afirmó: «Gracias a todos por venir. Estoy muy emocionda. Niños no tiréis más papelitos de estos que luego hay que limpiarlo».

Durante su permiso penitenciario, Francisca Cortés Picazo tendrá la obligación de acudir a diario a una comisaría de Policía Nacional y regresar al recinto carcelario el próximo miércoles antes de las 18 horas. La matriarca puede acogerse al sistema de beneficios penitenciarios dado que ya cumplió la cuarta parte de su condena, tiene buena conducta, no dispone de expedientes sancionadores u amonestaciones y el pronóstico de la junta evaluadora de la cárcel es muy positivo.

La exjefa del narcotráfico de poblado chabolista ingresó en prisión a principios del mes de julio del año 2008 al ser condenada por el ‘caso Son Banya’. Desde hace años, ‘La Paca’ y su clan sostenían que era «inhumano» dispersar a la familia en distintas cárceles españolas: ella ingresó en Alicante II, en Villena, su hija ‘La Guapi’ en Zuera, Zaragoza; y su hijo ‘El Ico’ en la prisión de Mansilla, en León.