El acusado durante el juicio. | Paula Alonso

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Un hombre acusado de haber disparado contra un vehículo de la Guardia Civil en una intersección de la carretera general de Menorca en el verano de 2014 ha negado este martes la acusación y ha asegurado que estaba practicando puntería en su finca y que disparó hacia el aire a un murciélago o un pájaro.

Durante el juicio celebrado este martes ante la sección primera de la Audiencia de Palma, el hombre, que se enfrenta a una petición de 2 años y medio de cárcel, ha discrepado de la versión de los guardias civiles, según los cuales disparó hacia ellos. «En ningún momento disparé contra los agentes», ha dicho en el turno de última palabra.

En su declaración, el hombre ha relatado que esa noche del 6 de junio de 2014 había salido a cazar conejos por su propiedad con una escopeta de perdigones, llegó hasta la carretera, y una vez allí, disparó sobre la luz de una farola de la vía «a algún pájaro o murciélago» para entretenerse.

«De repente, a mi lado, aparecieron dos agentes de la Guardia Civil», ha explicado el hombre, quien ha dicho que hasta ese momento no se había percatado de la presencia del vehículo del instituto armado en la carretera.

Cuando le preguntaron qué hacía, respondió que practicaba puntería «a ver si cazaba algún conejo» y les mostró el arma. Los agentes le apuntaron con sus armas y lo detuvieron ante su sorpresa, ha explicado.

Uno de los guardias civiles ha explicado que esa noche se dirigían hacia un servicio y, en la intersección de la carretera general con la vía que se dirige hacia es Migjorn, al parar en un stop vio a un hombre que se agachaba y levantaba rápidamente detrás de una pared.

«Le dije al compañero 'para un segundo' y vi cómo sacaba un arma y nos disparó», ha asegurado. Según el agente, el tiro se produjo cuando habían rebasado el stop en unos diez metros y el hombre, «en milésimas de segundo» guardó el arma tras el muro. Detuvieron el vehículo y se dirigieron hacia él.

Según el guardia civil, el hombre tenía aspecto de ir bebido y les dijo que «estaba haciendo puntería, disparando a los coches que pasaban». Ha insistido en que cuando se oyó el tiro, el hombre empuñaba el arma y apuntaba en su dirección, «hacia el frente», si bien no ha podido precisar si el ángulo de la escopeta se dirigía hacia arriba.

El fiscal, que inicialmente pedía 6 años de cárcel para el acusado por atentado a la autoridad y tenencia ilícita de armas, ha rebajado hoy en el juicio su petición de condena.

Ha retirado la acusación por la falta de permiso de armas y ha modificado la otra acusación a atentado contra agentes de la autoridad, por lo que ha pedido al tribunal una condena de 2 años y 6 meses de prisión al considerar que la versión del acusado «no es creíble, es absolutamente absurda, causa sonrojo y hasta hilaridad».

El acusador público ha destacado que en esa zona no hay caza y que además está prohibido por la ley disparar a menos de 100 metros de zonas habitadas o carreteras. Ha criticado que el hombre disparase, aunque fuera hacia la farola, cuando había un coche de la Guardia Civil en la trayectoria.

El abogado defensor, Fernando Mateas, ha pedido la absolución al entender que «el vacío probatorio es aplastante» y no existe ningún dato objetivo que acredite que el hombre acometiera contra los agentes, más allá de una apreciación subjetiva de uno de los guardias. El otro no ha declarado al estar de baja médica.

Ha destacado que no hay ningún impacto en el vehículo ni constan denuncias de supuestos disparos de ningún otro coche que circulara esa noche por la vía.