El Seprona de la Guardia Civil descubrió la situación en la que estaban los animales. | OPC

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El responsable de un centro de cría canino de Maria de la Salut aceptó este lunes una condena de diez meses de cárcel por maltrato animal e intrusismo por mantener 135 perros en pésimas condiciones en su propiedad. La pena de prisión se sustituirá por una multa de 2.800 euros. El acusado queda inhabilitado para ejercer cualquier profesión relacionada con los animales durante dos años.

El Seprona de la Guardia civil hizo una inspección en el criadero en mayo del año 2009. Encontraron a más de cien animales hacinados en 27 jaulas con techo de uralita y sin apenas luz natural. No había sistema de eliminación de orines y excrementos. Muchos perros presentaban además enfermedades ya que el acusado no les proporcionaba cuidados veterinarios y era él quien se encargaba de medicarlos, de hecho, más de cien no tenían las vacunas en regla. En el centro había además animales desnutridos.

A partir de esa inspección se inició una investigación en un juzgado de Inca que ha tardado más de siete años en llegar a juicio, por lo que se ha concedido un atenuante al acusado. En la causa se personó también el Colegio de Veterinarios de Balears que le acusaba de un delito de intrusismo profesional. La defensa del acusado alcanzó un acuerdo con la Fiscalía y el Colegio de Veterinarios para fijar la condena en diez meses y sustutirla por una multa.