Un centenar de personas, entre los que se encontraba el alcade y regidores del Ajuntament, se concentraron para denunciar los envenenamientos de los animales. | Teresa Ayuga

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Algo más de un centenar de vecinos del municipio de Santa Maria del Camí se concentraron el domingo para exigir el cese de envenenamientos masivos de perros y gatos en el municipio.

La pesadilla comenzó el pasado 31 de agosto de 2015. Trui, un perro de la raza 'peludito' que apareció envenenado. El 16 de diciembre de 2015 le tocó a Livi, un pequeño ratero. El 19 de mayo de 2016, César, un Golden Retriever ingirió el veneno pero la rápida actuación de los veterinarios le salvó la vida. La lista sigue con Gorka y así sucesivamente.

Laura de Juan, portavoz de la organización convocante, afirmó: «Llevamos varios meses detectando casos de envenenamientos, pero últimamente se han incrementado considerablemente. Sospechamos de quién puede ser el autor pero al no tener pruebas preferimos que sea la Guardia Civil quienes investiguen los hechos».

El pasado martes, los vecinos del municipio, localizaron siete trozos de sobrassada con veneno dentro. Los lugares donde actúa el supuesto envenenador son la calle Balanguera y el Parc de Can Orell. Por su parte, el Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil se han hecho cargo de la investigación.