Un momento de la redada del miércoles, en la barriada palmesana de La Soledat. | Alejandro Sepúlveda

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Los capos colombianos de la organización de narcos desarticulada el miércoles en Mallorca había montado un laboratorio de cocaína en un trastero que había alquilado en un edificio de la calle Joan Miró, en Gomila.

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La cocaína de gran pureza llegaba a la banda desde Medellín (Colombia) y desde Perú, y una vez en Madrid era enviada por giro postal a Palma. Tras ser recogida en la oficina postal, la sustancia era cortada en el laboratorio, donde se han encontrado prensas, envasadores, batidoras y útiles para la manipulación de estupefacientes. En la operación ‘Iron Belt’, llevada a cabo por el Equipo de Policía Judicial de Llucmajor, se ha intervenido 5,300 kilogramos de cocaína.

En la parte alta de la pirámide aparece un colombiano llamado Reubén, conocido antes como Andrés y que se cambió el nombre tras un incidente en Israel. El presunto capo estaba empadronado en Madrid y viajaba con frecuencia a Palma y Eivissa. Los investigadores creen que él se autoenviaba los paquetes con droga desde la capital, que recogía él mismo en Palma.