Apolonia, fotografiada junto a su marido, en su domicilio del Arenal con la denuncia. | Alejandro Sepúlveda

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Primero fue una llamada. Le informaron de que le iban a hacer una demostración gratuita de un producto. Un colchón, supuestamente. A finales de abril, un agente comercial acudió al domicilio de Apolonia, de 83 años y vecina de s’Arenal, y le explicó que le regalarían un iPhone 6 si firmaba el contrato del artículo ofertado. Sólo le costaría cuatro euros por los gastos de gestión. Firmó. Era un documento distinto al que vería su nuera un día después con la venta de una manta, un iPhone 6 y un DVD documental, Iberia, naturaleza y fauna. El importe ascendía a 2.399 euros. En el contrato figura el nombre del agente que realizó la operación, un joven que ha trabajado como modelo en una productora audiovisual de Mallorca.

El mismo día, el hijo de Apolonia comprobó que había sido estafada al leer el contrato. Un día después llegó el repartidor de esta empresa sospechosa, con sede en Murcia, y abrió la puerta la nuera de la víctima. No aceptó la entrega pese a la insistencia del mensajero que, según la denunciante, «pretendía desembalar el producto para que después no se pudiera devolver».

La nuera de Apolonia, nerviosa, le arrebató los papeles y llamó a la policía. Uno de los folios, rellenado por el propio agente comercial, contenía preguntas con repuestas y productos en los que la perjudicada estaría interesada. Los familiares de la mujer trataron de contactar con los responsables de la empresa, pero no lo lograron y optaron por denunciar lo ocurrido.