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Un mensaje de whatsapp de un viajero del autocar siniestrado alertó de lo que había sucedido a los jóvenes que iban en otro autobús del mismo grupo, poco después de ocurrir y que ha costado la vida de trece personas.

El grupo de cinco autocares viajaba en caravana, muy cerca unos de otros, y el cuarto lo conducía el propietario de la empresa de autocares, Alejandro López, que había ido mirando por el retrovisor al quinto vehículo cuando se dio cuenta de que no lo veía a la altura de Freginals (Tarragona).

Según ha explicado hoy a Efe el hijo del propietario, Raúl López, su padre se ha percatado de que no veía las luces del quinto autocar, el accidentado, a pesar de la recta por la que circulaban, a unos 200 metros de distancia.

Entonces, ha decidido aparcar su vehículo en un área de servicio y ha llamado al conductor por el teléfono móvil, sin que le contestara.

Ante el temor de que hubiese sucedido algo, ha pedido a varios de los jóvenes que llamaran a sus conocidos que viajaban en el otro autocar, sin que de nuevo consiguieran respuesta.

Sin embargo, poco después, un whatsapp de un ocupante del autocar siniestrado les ha alertado del grave accidente y la consternación se ha extendido entre los jóvenes.

El propietario del autocar ha llamado a los Mossos d'Esquadra avisando del accidente, si bien la policía ya tenía conocimiento de los hechos por varios conductores que circulaban por la autopista en ese momento y que han sido testigos del mismo.

Los cuatro autocares con sus viajeros han seguido entonces viaje hasta su destino, la ciudad de Barcelona, donde han llegado sin problemas.

El propietario de la compañía de autocares ha sido recogido en la plaza de España por su hijo en otro vehículo y se han dirigido, de nuevo, hacia Freginals (Tarragona), en donde los Mossos d'Esquadra le han tomado declaración.