Imagen de la ambulancia que acudió a Es Pinaret. | Alejandro Sepúlveda

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La Policía Judicial de la Guardia Civil de Llucmajor ha concluido la investigación sobre la muerte de un menor en un incendio en el centro de Es Pinaret, el mes de octubre pasado.

Los agentes han encontrado un total de diez irregularidades, pero no han sido calificadas de delito por lo que en principio no se perseguirán por la vía penal, sino por la civil.

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Las diligencias han durado casi medio año y los agentes se entrevistaron con monitores, trabajadores, vigilantes de seguridad y responsables del centro ubicado en el Pont d’Inca.

Ahora, el juez que investiga el caso ya tiene el informe de la Benemérita en su poder y de momento el fiscal no ha imputado penalmente a nadie. Pese a todo, los agentes han constatado que hubo una «cascada de irregularidades» en el funcionamiento del centro de menores.

El punto más importante es que el detector de incendios no funcionaba cuando se produjo el incendio que acabó con la vida de Osvaldo Rodríguez Fernández, de 17 años.